jueves, 30 de noviembre de 2006

Futuro incierto (y 2)

Aunque no planeaba volver sobre el tema, un par de comentarios al post anterior me decidieron a insistir. Vimos el problema de la consolidación de préstamos en uno solo a más largo plazo.

Veamos ahora un problema mucho más acuciante : vivienda. En efecto, la vivienda ha experimentado un alza de precios sin precedentes, dejando de hecho a un gran número de gente, jóvenes en su mayoría, fuera del sistema. Si no tienes una propiedad más pequeña que ofrecer, difícilmente sueldos mileuristas pueden acceder a inmuebles de 200.000, 300.000 e incluso 600.000 €. Hubo, bien es cierto una época en que todo el mundo fue feliz : claro, te metías en una hipoteca a tipo variable, y años tras año, por obra y gracia de un BCE preocupado por Alemania y Francia, y de un Euro ajeno a la economía española, los tipos bajaban, reduciendo el impacto de la letra mensual en la economía familiar.

El efecto perverso es que constructores y banca calcularon al dedillo la cantidad que podía pagar una familia media cada mes a esos tipos e incrementaron progresivamente el precio de solares y viviendas hasta copar de nuevo el poder adquisitivo, entrando en una asquerosa espiral que no cesó hasta ahora.

Efectivamente, ya tenemos tipos al alza, plazos a 35 y más años, no hay por donde estirar más. Sólo queda la consolidación comentada en el post anterior.


Ahí es donde entra mi queja, como de costumbre, contra nuestra poco eficiente y generalmente mal preparada clase política. Que si vivienda de protección oficial, que si hipotecas a bajo tipo de interés (quién se acuerda ya de ellas), que si modificación de los planes generales urbanísticos. Monsergas!

La Constitución establece que la vivienda es un derecho de todos los españoles. Y si el Estado regula tarifas eléctricas, telefónicas, gasísticas, etc. ¿por qué diablos no regula un precio máximo de m2? Y no miro ni a PSOE ni PP. Con todos han medrado especuladores y constructores de todo pelaje y condición. Falta de voluntad política ha sido el común denominador de todos ellos. Mientas tanto, miles de jóvenes y no tan jóvenes buscan su lugar en el mundo, sin saber si podrán acceder a un cubil en condiciones de ser llamado hogar.

Mi consejo, tratar de vivir sin entrar en un camino sin retorno. Una deuda razonable puede ser hasta saludable. Una deuda asfixiante puede destrozar una vida. Cuidaos!! Hay quien dice que es de inteligentes conocer los propios límites. No podría nunca estar más de acuerdo.

Siempre vuestro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Has dado en el clavo. Eso es precisamente lo que yo me pregunto: ¿por qué no regulan un precio máximo?... Respuesta: porque les interesa. Porque les beneficia no hacerlo. O de sempre!

Por si no lo sabíais, el 23 de diciembre hay manifestaciones masivas en toda españa para reivindicar el derecho a acceder a una vivienda. En Coruña, por ejemplo es en la plaza de María Pita.. podeis buscar vuestro punto de encuentro... igual algo se consigue?? No, peero.. consolará ver a un montón de gente como tú... ;-)

Buen finde!

Johnny Tastavins dijo...

Low, no se hace porque falta voluntad política, y hay un miedo cerval a regular algo que no lo ha estado nunca. Pero el Estado (con mayúsculas) debe estar ahí, en los asuntos estratégicos. Si el gas o la electricidad lo son, por qué no la vivienda?

Mucho nos tendremos que movilizar para que algo pase. Pero si no lo hacemos, está claro que no se va a mover nada.

Javier Alonso dijo...
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Javier Alonso dijo...

Lo que no entiendo, mi estimado, es la ausencia de reacciones por parte de la sociedad. Afortunadamente yo ya tengo ese problema resuelto y pude comprar mi vivienda cuando todavía era impensable suponer lo que pasaría en pocos años.

Me deja helado que los jóvenes, sobre otras clases sociales, se queden embobados mirando como sube la vivienda y su única esperanza la depositen en conseguir un piso de v.p.o.

Siguiendo el drástico método conductista de Watson, los gobernantes solo reaccionan a base de palos mediáticos y presiones sociales.

Un abrazo

Euphorbia dijo...

Ciertamente hay que movilizarse para que quede aún más claro que no es un problema del que los políticos pueden lavarse las manos y mirar a otra parte. Lo que no hace peligrar los votos de los políticos no existe.