Desde la perspectiva de Padre, creo que tenemos nuestro grano de arena a aportar. A fin de cuentas, el niño/adolescente que sale del Bachillerato se ha formado en un magma formado por familia, escuela, compañeros y amigos. Cada uno coge de cada parte un porcentaje diferente. En el caso de la familia y concretamente de los padres, tenemos el deber de educar y no malcriar a nuestros hijos. Siempre pensé que el oficio de padre es muy difícil, y nadie nos ha enseñado a ejercerlo de forma adecuada. ¿Quién no ha pensado más de una vez si el castigo al hijo era excesivo o la reprimenda quedaba corta? ¿Cómo saber si ve demasiada televisión? En esos casos, la única salida es el convencimiento de que lo hacemos lo mejor que sabemos, aplicar el sentido común y no retroceder.
En el Colegio (concertado para quien tenga dudas) donde he decidido que mis hijos estudien se generó una corriente de acción hace años, inicialmente pensada como encuentros de padres para asistir a alguna conferencia dada por algún "gurú" de la enseñanza. Con el tiempo evolucionó hacia encuentros periódicos (4 al año) donde en tres grupos -infantil, primaria y secundaria- los padres y madres nos reuníamos moderados por un/a psicólog@ o pedagog@ del Centro. Los temas a lo largo de los años han sido variados, pero casi siempre de gran interés : los celos, los abuelos, los hermanos mayores, la paga, el abordaje del sexo, la muerte de familiares, el uso de internet, los valores, los deberes ... Un sinfín de temas que ocupan y preocupan a los padres con un mínimo de conciencia. Os puedo asegurar que es una completa gozada compartir con otros padres de hijos de la misma edad de los tuyos la experiencia a sujeto de un tema concreto. Matizas, escuchas, opinas, contrapones y determinas en cada caso si vas en línea, si tienes un problema, si tu hijo es un caso especial. En fin, abres los ojos a situaciones cotidianas que en otros casos te pueden desbordar. No deja de ser una ayuda más al necesario crecimiento personal de cada uno.
Este colectivo, actualmente siguiendo algunas directrices de FEAC (Familia Escuela Acción Compartida), funciona con éxito creciente, ayudando a hacernos cada día un poco más conscientes de nuestro papel (no me atrevo a decir mejores). Desde aquí, mi apoyo, mi grano de arena en la difusión de FEAC, y animar a quien me lea y se encuentre en la fantástica posición de padre a asistir y participar en estas sesiones que me consta cada vez están más extendidas en los colegios catalanes.
¡Endavant FEAC!
Foto : http://www.xtec.es