lunes, 30 de julio de 2007

Desidia, incompetencia o mala leche


Reclamaba yo hace ya casi un año la implantación del pago de parkings por minutos. Me parecía mal que tuviéramos que pagar por un servicio no consumido, habiendo como había una Ley que obligaba a ello. No me referí al pago de telefonía por segundos en lugar de minutos, que también era obligado. El otro día apareció el tema en una conversación y me dió por pensar mal, como de costumbre. Celebré en su momento la tarificación por segundos en los móviles y la tarificación por minutos en los párkings, pero volví a desconfiar.

Desempolvé una factura de Vodafone del mes de febrero (la última de tarifas por minuto) y la empecé a comparar con la última de junio. No entraré en detalles, porque la comparación no es fácil, se deben comparar llamadas con el mismo tipo de tarifa (reducida, normal, super reducida) y entre las mismas compañías (propia o externa) e incluso los tipos de números (móvil o fijo). A quien interese le diré que la media final era un incremento del 11%. En algún caso excepcional obtuve una reducción del 1%, en todo el resto incrementos.

No he hecho la comparativa con los parkings, porque no tengo tarifas a mano fiables. Sí os diré que solían costar del orden de 240 a 250 Pts / hora. Hace una semana aparqué en Barcelona al estupendo precio de 2,40 € / hora. Eso sí, contento y engañado porque pago por minutos. Aquí también nos han acabado colando el gol de la equivalencia 100 Pts = 1 €.

Hay que tener poca vergüenza, o ser muy malo, o pasar de todo. A los políticos les pido que me protejan, que desarrollen leyes que me pongan a salvo de la voracidad de multinacionales y compañías sin escrúpulos. Y ellos toman la iniciativa, regulan, legislan y se les llena la boca. ¡Hemos sacado la nueva Ley de protección al consumidor! Pero sacan una "castaña". Un colador por el que nos meten subidas encubiertas. Denuncié también en su momento una jugada similar que nos metieron con la factura del agua.

La conclusión es la del título. O es desidia legislando, bien incompetencia, o ganas de jorobar beneficiando al poderoso. La bolita gira en la ruleta. ¿Quién da más?

sábado, 7 de julio de 2007

Notas y abecedario


Acabó el año escolar. Vacaciones, niños a casa, conclusiones, resumen y notas! ¿Notas? Difícil nos lo ponen. Cuando llega el niño con el sobre de las notas, prepárense para una difícil tarea detectivesca. Ah! esos viejos tiempos del sobresaliente, notable, bien, suficiente, insuficiente y muy deficiente. O incluso del 0 al 10. 5 era un aprobado. Menos de 5 suspenso. Y un 10, ah amigos, un 10 no se sacaba así como así. Por no hablar de la legendaria Matrícula de Honor, que yo nuca tuve la oportunidad de obtener ni tampoco ninguno de mis más cercanos colegas, por lo que sigo pensando que era más una leyenda urbana que una realidad.

Ahora no. Parece que los números traumatizan el niño, dañan su ego y pueden provocar un grave retraso en su desarrollo. Conviene por lo tanto, en este mundo de la sobreprotección, evaluar con "suavidad" y puntuar de forma que ni el propio Papa de Roma ayudado por su presunta infalibilidad es capaz de descifrar.

Atentos, si no, al siguiente rosario de notas (sacadas del boletín de notas de mi hijo, no me invento una sola coma) :
  • Progresa con normalidad
  • Progresa notablemente
  • Situación destacada
  • Conseguido con dificultad
  • Conseguido adecuadamente
  • Conseguido con normalidad
  • Normalmente o con normalidad
  • Conseguido de manera satisfactoria
Valiente galimatías, ¿eh? No os arriendo las ganacias cuando el crío trae los "controles" a casa, para que podamos ver su evolución durante el curso. Nada de números. Letras. Letras con flechas arriba o abajo!! Una B baja, una C alta, una D alta alta, y podemos seguir. ¡Hay aprobados bajos! ¿Qué será eso?

Claro, uno no se resigna a permanecer como un zoquete, y después de tratar infructuosamente de obtener una tabla de equivalencias por parte del profesorado, y recibir una obstinada negativa por respuesta, se construye su propia tabla a riesgo de meter la pata.

He llegado a la conclusión que la situación destacada es un 9. El progresa notablemente se traduce en el notable (no me he roto mucho los cascos, eh?) y el progresa con normalidad es el antiguo "Bien". Como mi hijo no saca suspensos, no he podido ver cómo los describen, pero imagino que debe ser "progresa por debajo de la normalidad" o "progresa con cierta y relativa dificultad". Todo sea por ser positivos e incluir la palabra "progresa", aunque sea más falso que un duro sevillano.

Donde ya he tocado piedra es en las evaluaciones de los aspectos parciales de cada "crédito". Confieso mi absoluta inutilidad a la hora de distinguir entre "Conseguido con normalidad" y "Conseguido adecuadamente". Parece que "conseguido de manera satisfactoria" es mejor, pero ¿quién sabe?

Acabada la primaria, vuelven al sistema tradicional. En la ESO ya traen sobresalientes y notables, con dieces, cincos y ochos. Supongo que para confundir ahora al alumnado que llevaba ya 9 años de evaluaciones "de letras".

Creo que no se trata de proteger al niño, sino de confundir a los padres. Cambiamos asignaturas por créditos (por cierto, ¿alguien me sabe explicar qué diablos es un "crédito de síntesis" o un "crédito de tutoría"?), números por letras, notas por valoraciones cuando no apreciaciones. Apuesto que dentro de 20 años, cuando nuestros hijos sean padres volverá nuestro sistema tradicional de notas, y será entonces paradójicamente cuando los abuelos entenderemos más que los padres. Al tiempo.