jueves, 23 de febrero de 2006

Ni hao China


Pues vuelvo a China. En una semana estaré volando al país del arroz, de la política de un solo hijo y de 1300 millones de almas. Hace un año y medio viajé por primera vez y la experiencia fue inolvidable. Otra gente, otro país, otra cultura, pero sobre todo, otro sentido de la vida.

Es divertido ver como son dulces y tranquilos con el occidental, pero parecen pequeños terremotos cuando hablan entre ellos. Por otro lado, comer con y como ellos resulta cuando menos exótico (para estómagos con aguante) y simplemente insoportable para la mayoría.

Mi primer viaje (y todos los demás, ya van cinco) ha sido por motivos laborales que es lo que trae al comentario. Trabajo para una empresa que lleva 27 años fabricando productos electrónicos para equipamiento, con liderazgo real y efectivo en Europa y Sudamérica, y presencia más testimonial en Norteamérica y África. Nuestros grandes desconocidos fueron y siguen siendo los mercados asiático y australiano.

Pero he aquí que en pocos años, posiblemente desde 2003 nuestra competitividad se ha venido abajo. El producto asiático se ha abierto camino y ha planteado una batalla cruda al fabricado nacional, y yo que me he dedicado media vida a desarrollar para vender he pasado a dar especificaciones de compra. Porque amigos, no es fácil el trato con el chino, el entendimiento es complicado y nunca nada es evidente como parece. Pero cuando consigues transmitir claramente tu necesidad y la comprenden, son MÁQUINAS. Rápidos, fiables y baratos, muy baratos. Y en un mundo donde la calidad, el servicio y el plazo de entrega se dan por descontados, ese precio pasa a ser factor primordial.

A título de ejemplo, piezas que fabricábamos hasta hace un año a coste 30 € / unidad las tenemos en la puerta actualmente a 12 €. ¿Qué podemos hacer? Poco, muy poco. Comprarles.

Mi consejo a quien se las tenga que ver con un mercado cada vez más salvaje es que China, Corea, Malasia, Vietnam son fuentes de producto barato. Pero la clave está en diseñar, disponer del control, subcontratar en una palabra, no comprar su producto, que es entonces cuando pierdes todo el control. Es duro. Pasas de subcontratar el montaje, la inyección, el mecanizado, el tratamiento, etc. a industrias vecinas, a hacerlo con industrias que están a 12000 km. ¿Es la muerte? No necesariamente. Recordar que Ford y General Motors vinieron hace 30 años a España buscando mano de obra barata. Tenemos ahora un fenómeno similar desplazando los centro productivos a paises cualificados pero más baratos. Recordar, ¿se hundió Europa hace 30 años? No, se reconvirtió.

Creo que esa es la salida de nuestro laberinto. Con conocimiento y control, sin necesidad de tecnología punta pero sí de un cierto nivel, localizando centros productivos baratos, saldremos adelante, con otro esquema cierto, pero viable. Optimismo, por favor!!! Ni hao China. Xie xie China (hola y gracias en Mandarín). Gam bei. La última os la dejo para buscar en Google.

2 comentarios:

Javier Alonso dijo...

Sr. Tastavins, muchas gracias, su post ha sido muy revelador para mi. Actualmente soy socio de una empresa que se dedica a la fabricación y distribución de artículos de joyería, y como otros sectores estamos viendo como nuestras ventas están cayendo en picado en la misma proporción que el producto de China o Turquía está afianzándose en el mercado nacional. Esto nos obliga a cambiar el chip, pero la verdad es que no sabemos como enfocar el problema.

Nuestra empresa es medianita, lo suficiente como para vivir desahogadamente y poder disfrutar del tiempo que las vida nos concede. Nuestro mercado es esencialmente Nacional y ahora nos estamos abriendo a Francia y Alemania. Esto se lo digo porque con nuestro volumen de fabricación los chinos se reirían de nosotros y nos mandarían a freir espárragos o rollitos de primavera. Y estamos planteándonos incluso cerrar la empresa y abrir otra de turismo rural con el todavía líquido disponible. Bueno compa?ero, me ha gustado mucho su blog y la manera tan amena en que lo redacta.

Volveré a visitarle.

Johnny Tastavins dijo...

@Gemónides, no creas que el volumen es esencial para el provedor chino. Y francamente, tal como se ponen las cosas hay que cambiar el chip muy, pero que muy deprisa. Los chinos estarán encantados de suministrarte producto, aunque sea en cantidades peque?as. Intentadlo. Un consejo. Entrar en China no es fácil. Lo mejor es buscar un feria de vuestro sector y visitarla. Saldreis de allí con muchos contactos y el primer paso (el difícil, el fundamental) dado. Suerte.