lunes, 20 de julio de 2009

Para llegar a final de mes


Las relaciones entre Catalunya y España andan revueltas desde hace tiempo. La financiación los trae de cabeza. Financiación, extraña palabra. Ahora dicen que han llegado a un acuerdo histórico en el que, cual vulgar noche electoral, todos ganan.

En primer lugar todos ganan. Cierto. Si a la cantidad que iban a recibir las autonomías se añaden €11.000 millones, todos ganan. ¿En igual porcentaje? Ah, esa es harina de otro costal. Claro que no. Tampoco nos dicen cómo se va a producir el reparto, pero debemos tragar con que es maravilloso. El Conseller Castells es el único que ha aventurado que si antes teníamos el 123% del PIB per cápita antes del reparto y después pasábamos al 94%, siendo 100 la media, ahora, después del superacuerdo parasemos a quedarnos en el 105%. Habrá que ver si es cierto, y mejor todavía, si los criterios utilizados para medir esos % son correctos.

En segundo lugar hablan de miles de millones de € como yo hablo de mis billetes de 5 €. Se nos van los ojos en esas cifras descomunales que nadie acaba de entender. Por lo visto ni siquiera quien debe firmar el cheque (una tal Elena Salgado, Ministra de Economía) y que se niega a facilitar cifra alguna, mientras sonríe mefistofélicamente cuando le preguntan. Mal asunto digo yo.

En tercer lugar, la prensa del país nos incendia día sí, día también, con catastrofistas predicciones de desintegración balcánica de España. ¡Mira que llegan a ser burros! Lo mismo que cuando el 15% del IRPF con Felipe González, o los del otro lado cuando el 30% del IRPF con Aznar. Ahora estamos en el 50% y no se ha roto nada.

Me quedaré en lo básico. No puede ser que el responsable del 50% del gasto recaude el 80% y pase a discreción al pagano lo que le venga en gana. Tiempo atrás, el marido trabajaba mientras la mujer quedaba en casa a cargo de "sus labores". El marido traía el sobre cada semana, o cada mes, y en general lo entregaba a la mujer, que era la responsable del gasto. A veces, el marido, muy macho él, se quedaba con el sobre y a la mujer le pasaba cuatro cuartos mientras el se fundía la mayor parte en cerveza y putas. La mujer se las veía y deseaba para llegar a final de mes.

Con la financiación pasa lo mismo. No gasta quien recauda, y por definición eso no puede funcionar. Entréguese el dinero justo y necesario a cada Administración, y acabemos de una vez con las injusticias del tipo "os voy a devolver €2.000 por cada coche" y luego le dicen a cada autonomía que saquen la pasta de donde puedan. Es como que el marido sinvergüenza invitara a comer a sus amigos sin dar más dinero a su señora para poder comprar en el mercado.

Tan simple y tan complicado como esto.

1 comentario:

Dr. Deferiensia dijo...

Cuanta razón...

Eso es imposible, pero en fin.