
El pasado domingo 1 de marzo de 2009 amaneció gris, triste, insinuaba algo de lo mal que iba a salir. Cuatro gotas de lluvia mancharon la mañana, y sin llegar a hacer frío dejaron un día de invierno de esos que invitan a quedarse en casa. A mediodía, en Televisión, mientras nos bombardeaban con datos de participación a las 14:00 h en las elecciones gallegas y vascas (¿a quién le interesará eso?) ofrecidos por olvidados e ignotos Consejeros de Interior, de repente, el desastre. TV3 informa que Pepe Rubianes ha muerto. Me jorobó el domingo, os lo prometo. Rubianes el genio, el artista, el deslenguado, el cachondo, el simpar, el imaginativo, el siempre sonriente, el guasón, el chulo, el ... Podría estar horas sacando adjetivos elogiosos para con la figura de Pepe (me dejas que te llame Pepe, ¿verdad?).
Le via por primera vez hace más de 20 años, en el Teatro Villarroel. No recuerdo el nombre de la obra, eso en él siempre era lo de menos. Disfruté como un niño descubriendo a alguien con un sentido de la mímica fuera de lo común. Ríanse de José Luis Moreno y sus muñecos. Sus onomatopeyas en los bares, en Cuba, en el amor, en todas partes eran memorables y altamente explicativas. Pasó el tiempo, se hizo popular y empezamos a apreciarlo por la tele, donde nos deleitó con increíbles entrevistas. Recordaré siempre el día que Andreu Buenafuente lo entrevistaba en TV3 en uno de sus late night shows, y a la tercera pregunta tiró los papeles al suelo y le dijo : "Mira Pepe, he preparado esta entrevista durante un buen rato, pero dado que te pregunte lo que te pregunte, vas a responder lo que te de la gana, adelante, di lo que quieras". El otro se lo quedó mirando con un asomo de sonrisa pilla, se descojonó y continuó a la suya.
O cuando Toni Soler montó la entrevista más larga de la TV. ¿A quién iba a entrevistar si no a Pepe Rubianes? ¿Quién podía tener labia para contestar en una entevista de más de 10 horas? Pepe, sin duda. En fugaz paso por las series creó el mejor Maquinavaja que jamás se pueda imaginar. O desarrolló un papel de griego en Oh Europa! donde parecía hablar griego mejor que un nativo.
Se dedicó en cuerpo y alma a su genial "Rubianes Solamente". Diez temporadas, diez en el Club Capitol. Hay gente que vio las diez temporadas. Yo fui solamente dos. Y no morí de risa de milagro.
Quería ver La Sonrisa Etíope, pero ese maldito cancer que se lo ha llevado acabó con la representación antes de poder yo ir a verla. Tendré que conformarme con comprar el DVD y verlo en casa, riéndome de nuevo con Pepe, que no de Pepe.
Nunca soportó a los fachas, ni a la derecha, ni a los curas, ni a los bancos, ni en general a los pisoteadores de derechos y libertades. De ahí ese destello en el que se fijaron 4 imbéciles (o 4 millones, qué más da) cuando se cagó en la España caciquil e inquisidora. Quién sabe de qué hablaba le entendió, y supo que nunca despreció a España, sino a los que hacían un uso mezquino de ella.
Se ha ido, en fin, una de esas extrañas personas que valen la pena, que dejan huella, que aportan algo a este mundo de locos. Con Pepe se nos ha ido algo irrepetible. Descansa en paz, Pepe, y sigue disfrutando allá donde estés con esa alegría sin par que has derrochado.