sábado, 20 de diciembre de 2008

Quo vadis orbe?


O dicho en cristiano, ¿a dónde vas mundo? Tiempo ha pasado desde mi última entrada. Problemas, trabajo, viajes ... Y crisis, sí, la puñetera crisis. Todo ha ayudado a mantenerme alejado de mi bitácora. Retomemos el tema. Llevamos tiempo oyendo, viendo y leyendo apocalípticas predicciones de lo que nos viene encima. Crisis, caos, fin del capitalismo, hecatombes, hambrunas. A mediados de este año 2008, los mismos nos predecían el petróleo a 200 $ en menos de tres meses. Llegó a 147 $ y hoy anda por los 40 $. No me pregunten a mí dónde parará, no tengo ni idea. Lo que tengo claro es que casi nadie lo sabe. Lo mismo que todos lo demás. Lo mismo que los desgraciados que juraban saberlo y no tenían puta idea.

Se llenan periódicos y noticiarios con noticias de agencia. El periodista de a pie ya no existe, o se ha aburguesado de tal forma que la fuente independiente de noticias no existe. Por lo tanto, la información está cautiva. No se de quién, ya me gustaría saberlo. Pero cautiva sin duda.

Nos bombardean con campañas periódicas. Que si Al Qaeda, que si armas químicas en Irak, que si boom inmobiliario, que si calentamiento global, y no acabaríamos. Todos y cada uno de estos temas han encabezado portadas y noticiarios de todo el mundo, a toda página y durante largas temporadas. A fuer de repetirlas acabamos por creerlas. Y me da la sensación de que nos manejan a su antojo. Antojo, ¿de quién? That's the question.

Recuerdo la temporada en que vivimos acogotados con las vacas locas. Hasta McDonalds ofreció durante una temporada hamburguesas de cerdo porque nos negábamos a comer ternera. Enfermedad, ojo, de incubación a 15/20 años vista. Pasaron pocos meses, alguien decidió que ya era suficiente y dejamos de temer y sufrir por las pobres vacas turuletas. El riesgo seguía ahí, pero la prensa dejó de informar. Muerta la noticia, muerto el problema.

Hoy hay crisis, sí o sí. Nos machacan cada día de tal forma que nos han acojonado. Y hasta el que sigue teniendo los mismos duros que tenía el año pasado este año no se comprar la pata negra de bellota y se conforma con un chorizo ibérico a cambio. Magistral. Parecemos borregos. El problema es dónde contrastar si lo que nos cuentan tiene base o se cae por sí solo.

La respuesta, como diría Bob Dylan, está en el viento. Sí, en la intuición, en internet, en prensa alternativa, en contrastar más fuentes, y eventualmente saliendo a la calle para ver si es cierto lo que cuentan. Lo importante es que depende de nosotros mismos. Hay que ser crítico y no aceptarlo todo a la primera. Cuestionar por sistema.

Siempre he creído que un pueblo educado alcanza con mayor facilidad la libertad. Ahora debo añadir que no basta la educación, hay que añadir una buena y sana información.

Me da la sensación de que algún manipulador de marionetas decidió hace algunos meses que el crecimiento económico de los últimos 15 años ya no intenesaba más, y ha desencadenado una serie de acontecimientos e informaciones destiandos a pinchar el globo. Pronto deseará darle la vuelta a la tortilla, y sin razones aparentes la bolsa volverá a dispararse. Se habrá acabado la crisis, sin mayores motivos y nos iremos a por otra.

Podéis llamarme neurótico pero hay días en que alcanzo a divisar con cierta claridad que hay una mano muerta oculta que nos mueve a su antojo. Y no me gusta.

2 comentarios:

monsieur le six dijo...

Hombre, yo en el caso concreto de esta crisis, no sería conspiranoico. Los datos son los que son, y de hecho los gobiernos más bien han intentado ocultarla, sin conseguirlo. En España tenemos un buen ejemplo.

Yo más bien creo que es una consecuencia lógica de la locura económica de los últimos años y de un sistema (el capitalismo) que ya no da más de sí, por mucho que nos quieran vender que es la única solución y que cualquier otra cosa es una locura. Esa propaganda pro-capitalista sí me parece conspiranoica.

Por cierto, me alegro de que vuelvas a escribir tras este parón ;)

Johnny Tastavins dijo...

En realidad no discuto la crisis, está ahí y la vamos a notar con crudeza. Discuto el cómo, el por qué y sobre todo el cuándo. Me da que nos la hacen pasar por el aro cuando a alguien le conviene.

Que el capitalismo está agotado es algo sabido y descontado, nunca podremos crecer indefinidamente. La gracia sería saber modular esos crecimientos y poder manejar aterrizajes suaves y controlados. Pero parece que no interesa.

Del parón, qué te voy a decir, llevo mes y medio de tralla laboral contínua y el blog quedó apartado, pero volveremos a la carga con energías renovadas. Feliz 2009!