domingo, 30 de septiembre de 2007

Mercadeo judicial


Ayer me desayuné con la noticia de que los magistrados del sector “conservador” del Tribunal Constitucional han tomado el control de la situación en detrimento del sector “progresista”. La Presidenta del Tribunal, en ejercicio de una prudencia cuando menos encomiable facilita la labor a los derechistas que se quedan en posición de mayoría para votar las resoluciones.

Hasta aquí, me parece cuando menos opinable, sino divertido. El peligro, la alarma cunden cuando la consecuencia de esta situación, dicen, es que el Estatut de Catalunya corre peligro de ser tumbado.

Alucinante cuando menos. El máximo Tribunal, el exponente más alto de la judicatura española está dividido en dos bandos, como en una pelea callejera. Y lo importante ya no es si el Estatut es constitucional o no (que de eso se trataría), sino de dominar el escenario de la votación para sacarlo adelante o tumbarlo.

Un Estatut que ha pasado por todos los trámites parlamentarios establecidos en Ley, análisis de los Consejos Consultivos de Generalitat y Gobierno (precisamente para evitar inconstitucionalidades), ratificación parlamentaria en Catalunya y España, y finalmente aprobación mediante el preceptivo referéndum.

Los que entienden de esto (y yo no quiero creerles) dicen que los conservadores se cargarán el Estatut. Sin encomendarse a la Constitución, que es lo que se supone deben hacer. ¿O no? Parece que todo el pescado está vendido, y no importa el contenido de lo que se debate sino quién lo presenta y con qué intenciones.

Si se presenta una Ley promovida por la izquierda, los miembros conservadores se la cargarán, y los progresistas la defenderán. ¿Pero esto qué es? Siguen jugando, o peor todavía, siguen tratando a España como un cortijo donde hacen y deshacen a su antojo. Dios los confunda y los medique con una esquizofrenia benigna que les haga entrar en razón, juzgando y sentenciando considerando la ley y no los intereses de sus padrinos.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Encajando piezas


Lo se. Un blog que se llama "Catalunya, España ..." debería reflejar los rifirrafes que chirrían desde la aparición del nuevo Estatut. Como me caliento fácil, no tenía excesivas ganas de abordar este asunto pero encuentro necesario dar ya mi opinión al respecto. A los que soportan mal los tochos, animo a dejar de leer pues creo hoy saldrá algo denso.

Empecemos por el Estatut. Parto de la base que el Estatut aprobado fue un engendro pergeñado por diversas partes que no querían ni quieren a Catalunya. Fue el resultado del mercadeo y negociaciones de unos cuantos "listos" que se aseguraban así un texto a desarrollar en los próximos 20 años por un lado, y de otros "más listos" que vieron la ocasión de conceder nada con apariencia de mucho y tapar bocas y reivindicaciones durante unos cuantos años.

Pero engendro o no, nos guste o no, el Estatut es una Ley Orgánica, fundamental en el ordenamiento jurídico español, y como tal merece un respeto por parte de todos, y sobre todo del Ejecutivo y del Legislativo. Si se determina una inversión del 18,5% del total en los próximos 7 años, no vale empezar con magia de salón para reducir el resultado de ese 18,5% a una cantidad inferior.

No puede repetirse el amaño y estrangulamiento que supone el traspaso de competencias sin los correspondientes fondos para ello. Es fácil promover la crítica interesada y partidista, tachando a los catalanes de insolidarios y egoístas. Barbaridad que debería descalificarse por sí misma, pero que asombrosamente se abre paso y germina cada día con más fuerza en espíritus de la ancha y castiza España. No debería ser difícil publicar balanzas fiscales (cuánto se paga y cuánto se recibe) por Autonomías, luz y taquígrafos para las inversiones en infraestructuras estratégicas (tren de alta velocidad, aeropuertos, red de autopistas y autovías), o incluso una lista de competencias transferidas y sin transferir. Si se hiciera eso se vería por ejemplo la desfachatez con la que se ha invertido en Barajas, en la alta velocidad a Segovia y Valladolid (tierra castellana origen de presidentes de gobierno) mientras se dejaban de lado otros lugares, entre ellos Catalunya. A Catalunya se le cede la competencia en prisiones (cosa que nadie quiere - ¿cuántas autonomías la tienen?), el tráfico, o una sanidad ruinosa. Si pedimos el Concierto Económico como los vascos y navarros nos dicen que es inconstitucional. ¡Coño! ¡Entonces que se lo quiten a los antes citados! O todos moros o todos cristianos. Sorprende saber que cuando el Ministro de Sanidad Bernat Soria propone gratuidad para la salud dental de los niños, navarros y vascos, nadando en la abundancia disponen de ella hace años. Pero no, los malos son los putos catalanes, esa panda de egoístas que solo quieren más y más y más.

Señores, estoy hasta los huevos.
  • De tener que pedir perdón por ser catalán.
  • Por tener que explicar ahí donde voy que no somos de color verde.
  • Que hay que explicar que entendemos y hablamos el castellano.
  • Que contribuimos a la solidaridad más que nadie.
  • Por no tener el derecho a decidir si quiero o no ser independiente.
¡Pero quién coño se ha creído que es España! ¿El Dios supremo que da y quita razones? No, España era una entelequia hace 500 años, los sucesos históricos la configuraron hasta la actualidad pero la evolución sigue, ahora con una integración (y por tanto dejación de poder) en Europa, de destino imprevisible. El inmovilismo está condenado al fracaso.

Ojo, opino que un referéndum por la independencia está condenado al fracaso en Catalunya, pero ello no quita el legítimo derecho a celebrarlo, señalado en la carta de los derechos humanos de las Naciones Unidas. Y promover un sano debate entre partidarios y contrarios. En lugar de eso, desde la España rancia se demoniza el progreso, la diversidad, la cultura e incluso la lengua. Resulta que tengo que saber castellano por cojones (soy español) pero no tengo derecho a "vivir" en catalán en Catalunya.

España tiene un problema de encaje con Catalunya y debe resolverlo. Desde posiciones abiertas, sin trampas, sin faroles, sin jugar sucio, con ánimo de establecer pactos simbióticos entre dos Comunidades que pueden y deben unirse para fortalecerse. Cuando eso llegue, creeré en la Política, los Políticos y en España. Pero eso me temo que ya será en otra vida ...

martes, 11 de septiembre de 2007

Ley del embudo para casi todos

De vuelta de vacaciones, he dudado mucho si retomar el blog o abandonarlo a su suerte definitivamente. Se hace duro encontrar temas de interés, y más todavía plasmarlo negro sobre blanco. Pero voy a seguir. Os voy a hablar de algo que me alucina y me deja perplejo, lo mire por donde lo mire.


No soy economista, pero sí se utilizar ese sentido común que casi siempre es el menos común de los sentidos. Me asusta como a todos la presunta crisis que se nos avecina a partir de esa "cosa" llamada "subprime". Sí, no os asustéis, no es difícil de entender. Los yanquis, que saben más que nadie, han descubierto otra sopa boba. A los que tienen pocos recursos y piden una hipoteca, en lugar de negársela como aquí, se la dan. Pero amigos, no al 2 ni al 3 ni al 4%. No, como eres negro, pobre y desgraciado, te la damos al 14%. Y danos las gracias por decirte que sí. Juntan un montón de esas hipotecas de riesgo también conocidas como hipotecas basura, les ponen un lacito y le llaman "producto". Producto financiero que venden a inversores prometiendo rentabilidades de 8 al 10% (cesión de crédito). ¿Veis la jugada? No invierten un duro, todo lo pone el inversor, captan dinero, le sacan el 14% y devuelven el 8%. Les queda un 6% limpio. Pero claro, nos olvidamos que era un producto de riesgo. No todos los "casi homeless" que contratan las hipotecas pueden pagar. Algunos no lo hacen, corren las voces, y esos inversores piraña que esperaban el 8% se asustan y quieren vender su participación y recuperar rápido la pasta. No olvidéis que el dinero es cobarde por definición.

Ahora el problema es del "inventor", que debe devolver la pasta y no tiene dinero. Ningún problema. Como el inventor son grandes bancos, viene papa Banco Central Europeo, la FED, Banco de Japón, etc. e "inyectan" dinero barato. Maravilloso eufemismo para decir que le dan a la maquinita de hacer billetes que tiene cada uno y lo prestan barato a sus amiguetes. Los inversores no se fían y siguen reclamando más devoluciones, pero no hay problema, ahí están los Bancos Centrales "inyectando" más dinero fresquito.

Aquí paz y después gloria. Los inventores devuelven la pasta, dad por seguro que ya están maquinando cómo "crear" un nuevo producto para embaucar a unos cuantos inversores incautos y vuelta a empezar. Ahora planteaos qué pasa cuando vuestro hermano Antonio, o vuestro amigo Pepe, o vuestro compañero Ricardo, mileurista de pro, tiene problemas y no puede pagar la hipoteca. ¿Viene papá Banco de España en su rescate? Noooooooooo. Le incautan el piso (técnicamente deshaucio) y a correr. Lo venden en una subasta por el importe de la deuda (nunca por el precio real), el banco se queda su pasta y vuestro conocido en la puta calle. ¿Entendemos ahora el título del post? Ciertamente, para casi todos. Siempre hay cuatro cabrones de categoría para los que las reglas de los demás no valen. Y lo entendemos, y lo amparamos, y no reventamos. Así nos va.

Más grave es el asunto cuando nos venden desde periódicos, instituciones, gobiernos y ministerios que la subida de tipos de interés (cabrona y jodida para todos nuestros bolsillos salvo para los que tienen dos duros a plazo fijo) responde a las tensiones inflacionistas. El Gran Hermano BCE vigila y otea con fiereza para evitar desmadres inflacionarios por lo que sube los tipos. Me hace gracia el término "inyectar liquidez". Es de Manual de 1º de Económicas que la maquinita de hacer dinero dispara la inflación. ¿Lo vamos entendiendo? La cuadratura del círculo. Son tan sinvergüenzas que actúan contra sus propios principios para ayudar a sus amiguetes. Tendremos crisis, inflación y tipos caros, pero los que parieron las famosas "subprime" no irán a la cárcel, seguirán de rositas, y no lo dudéis, están maquinando ya la próxima jugada. A pagar los de siempre, o sea, nosotros los de a pie.